Célebre título de una canción, ¿o un fantasma que piensa con lo inalcanzable? Thibaut, lo ha resuelto. Parece que Marvel no ha inventado gran cosa…

Todos hemos soñado algún día con tener superpoderes. Aquellos que nos llevan a los límites del cuerpo humano: la fuerza física, el fuego, la velocidad… y sobre todo, el hecho de volar. A través del tiempo, volar siempre ha suscitado admiración y deseo. Sólo los superhéroes son capaces.

Thibaut nunca habría imaginado un día poder parecerse a uno de ellos. Desde joven, lo que le gustaba era el deporte.

Se concentraba en sus aficiones, principalmente individuales: atletismo, trail o incluso el ciclismo.

Hasta que un 1º de abril, Thibaut levantó la mirada al cielo, y de repente, pasó un planeador. ¡Nada extraño diríamos!, pero en él suscitó una gran curiosidad, ¿qué es realmente? ¿Cómo vuela éste avión no motorizado? Esa extraña intriga le lleva a inscribirse en un bautismo en el aire.

Efectúa su primer vuelo, y ese mismo día, sin darse cuenta, Thibaut tuvo un switch: “Desde el primer instante, ese vuelo despertó en mí esa chispa que te hace vibrar”. Ésta, tomará todo su sentido algunas semanas más tarde, cuando se inscribe en la escuela de vuelo, y ésta práctica se convierte en una “pasión”.

A día de hoy, “esta pasión es la consumación de todo, me condiciona todo lo que hay alrededor de mi vida”. Aquí está su primer superpoder.

Rápidamente, Thibaut (como todos los superhéroes) va más allá para aumentar sus poderes. Es verdad, volar puede ser  monótono…él pasa de planear, a las acrobacias…a partir de ahora él se divierte en el cielo. Hace figuras imposibles. Con la ayuda de su mando, hace pivotar y caer empicado su planeador. De hecho, posee los elementos naturales para hacer del cielo su terreno de juego, su forma de expresión.

Como los superhéroes, tiene la sensación de que “el mundo le pertenece”. Como los

Superhéroes, tiene amigos más especiales que nosotros, porque “cuando te encuentras con los pájaros en el aire, es una auténtica sensación de libertad”. Y como los superhéroes, las nociones de fuerza y competición entran en juego. En menos de 3 años, “He sido campeón de Francia y he constituido el equipo de Francia de acrobacia”.

¿Su futuro soñado? “Preparar los campeonatos del mundo”. Sí, el mundo le pertenece.

Si hablamos de Batman o Superman, son los demás los que se benefician de sus súperpoderes. En el caso de Thibaut, también: “lo que me hace vibrar, es el poder compartirlo. Es lo que realmente me hace disfrutar”. Pero al contrario que las estrellas de Marvel, no guarda su secreto: “Tengo una verdadera necesidad de compartir. Hacer comprender a la gente las sensaciones que sentimos a 500 m del suelo es verdaderamente algo esencial para mí”

El Switch de Thibaut no es un don, es un descubrimiento de su propio ser.

“Solo vivimos una vez. Paremos de hacer las cosas en función de la mirada de los demás. No hay que preocuparse”. Si algo os tienta de corazón, os hace existir, os transciende, pues bien, “pensad en vosotros mismos, y cómo adaptarlo en el ambiente que os rodea”. Palabra de superhéroe…

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