Amigos desde siempre, estos dos hombres poseen varios Ironman y triathlones a sus espaldas. Corriendo, nadando y pedaleando, una verdadera historia deportiva y fraternal que se creó de esta amistad.
Desgraciadamente, hace 5 años, Yves fue diagnosticado de una enfermedad degenerativa de inflamación de los nervios, que lo sumergió en el dolor y el consumo de medicamentos.
Es con tristeza que Matthieu veía a su amigo perder poco a poco sus capacidades y su motricidad, tan fuerte antes, y tan débil ahora. Es en una cita con el fisioterapeuta donde Matthieu volvió a ver a su compañero, en plena reeducación.
“La última vez que yo lo vi, corríamos 24 horas, 140 kilómetros bajo la lluvia en Mulhose, se acuerda Matthieu Hiltenbrand. Y ahora lo veo practicando, de arriba para abajo con un andador. Es raro, lo cual me hizo pensar. En aquel momento, tenía delante la película “Con todas nuestras fuerzas” delante de la televisión, donde un padre lleva a su hijo a hacer un IronMan. Y en ese momento me dije… ¿Y por qué no nosotros?”.
Y, CON LA FUERZA DE UN LEÓN… NO…UNA MANADA DE LEONES, EL CUENTO HA CAMBIADO.
El entrenamiento comenzó, como antes. Ver la motivación en los ojos del otro fue determinante. Su primer desafío deportivo fue un semi-maratón con una silla de ruedas, con un tiempo frío y un recorrido difícil.
Miraban al triathlon de Roth, en Baviera (carrera familiar para los dos compañeros), un reto que más adelante les sorprendería. Tras un entrenamiento que les puso a prueba y sin tiempo para la relajación…la fecha de 8 de julio de 2018 llegaría.
El Triathlon de Roth comienza normalmente por un 3800 de natación, seguido de 180 km de bicicleta, y para finalizar un maratón.
Llegada al borde del río de Roth, Yves sonríe y “encuentra enseguida las ganas y la pasión que tenía antes” según los más allegados que se encontraban en el lugar.
Mismo si el dolor persiste, para Yves, el dolor ligado a los movimientos no le ha hecho tener miedo de continuar para realizar este triathlon.
Arrastrado por su amigo Matthieu, Yves navega sobre una barca neumática sobre 4 km. Nado intenso y doloroso para los dos héroes, pero incentivado por los ánimos de los espectadores.
Las 7h30 de bicicleta fueron ciertamente uno de los momentos más dolorosos para los dos amigos. Habiendo previsto el momento, un verdadero golpe de valor les ayudó a subir a las alturas de Roth.
FUE PENSANDO EN LA EMOCIÓN QUE VIÓ EN LOS OJOS DE YVES, QUE MATTHIEU CONSIGUIÓ TERMINAR LA PRUEBA. BRAVO
Éste fue seguramente el más largo maratón en la vida de Matthieu, pero éste héroe de gran corazón tirará de Yves por los 60 últimos kilómetros. Viendo las imágenes, observamos la emoción y la voluntad de estos dos hombres.
¡Llegaron!. Sobre un tumulto de ánimos y abrazos, los dos héroes han llegado. Matthieu está literalmente exhausto: “Nunca me dolió tanto, pero lo hemos conseguido, está hecho”. La emoción estalló cuando los dos hombres atravesaron la línea de llegada, de pie y orgullosos. “Es un gran momento para compartir, es más que una carrera individual, es una carrera a dos, y nos apoyamos el uno en el otro en los momentos difíciles.”
Esta es una apuesta ganada, que gracias a otro hombre, ha podido volver a pasar por una línea de meta. “Es demostrar que si queremos, podemos. Solo nosotros nos ponemos los límites”. Aquí tenéis la explicación ésta frase, tan llena de sentido. Aquí la historia de dos amigos, Yves et Matthieu, que hicieron un Switch para lograr el más grande desafío de sus vidas.
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